1994.- Cine Español: Luis Buñuel y Segundo de Chomón. Colección dedicada a dos importantes personajes para el mundo del séptimo arte en España.
El aragonés Luis Buñuel es el mejor y más reconocido cineasta español. Cultivador del surrealismo en imágenes, tras sus estudios de Filosofía y Letras conoció en la Residencia de Estudiantes de Madrid a varios miembros de la Generación del 27, como García Lorca, y también a Salvador Dalí, con quien daría sus primeros pasos en el cine en Francia («Un perro andaluz«, «La edad de oro«). Tras varios cortometrajes y dos documentales producidos para le República Española («Las hurdes, tierra sin pan» y «La España leal en armas«), marchó definitivamente vía Francia hasta México, tras un periplo por Estados Unidos, país en que la industria y los estudios, temerosos de la libertad creativa de Buñuel, le habían confinado en oficios cinematográficos burocráticos alejados de la dirección y la escritura de guiones. En México gozó de libertad creativa casi total. «Los olvidados«, película declarada Patrimonio de la Humanidad sigue siendo un retrato actual de la descarnada sociedad occidental, «Él» sirvió nada menos que de inspiración para «Vertigo«, de Hitchcock, «Nazarín«, sobre la novela de Galdós, fue premiada en Cannes, «Viridiana«, su retorno a España, levantó una ola de entusiasmos y rechazos, y triunfó en Cannes, «Simón del desierto» y «Belle de jour» (rodada ésta en Francia ya en su etapa final) igualmente polémicas, fueron galardonadas en el Festival de Venecia, con «El discreto encanto de la burguesía«, también rodada en Francia, obtuvo el Oscar de Hollywood, y en sus dos últimas obras, «El fantasma de la libertad» y «Ese oscuro objeto del deseo» siguió haciendo gala del espíritu surrealista, irracional e inconformista que desarrolló toda su vida, y que le proporcionó enemigos para siempre como la Iglesia, el Vaticano, incapaz de ver más allá de las formas narrativas, de profundizar en el sentido de sus historias.
Artista inimitable, muy personal, genial, testarudo y sordo como Goya, su calidad estética y formal es extraordinaria, aunque a veces descuidara el aspecto técnico. Su perfección formal, su sencillez, se mezclan con las imágenes irreverentes y su tratamiento del erotismo que tanto han influido a cineastas como Fellini, Truffaut o Carlos Saura.
Su cine es una crítica implacable, violenta e inconformista, un ejercicio continuo de preguntas, de dudas sobre la familia, la sociedad, la moral, la religión, la política, las costumbres, un microcosmos obsesivo que le atormentaba y que vertía de forma desnuda en sus películas para sacar los colores a los acomodados en la hipocresía social y para hacer dudar y cuestionarse lo establecido a quienes veían más allá de la mera superficie de sus historias.
Segundo de Chomón: Pionero de diversas técnicas en el cine a la altura del mismísimo Georges Méliès, el turolense Segundo de Chomón (1871-1929) es una pieza clave de los primeros tiempos del cine europeo. Se saben muy pocas cosas de su infancia y juventud, sólo que era aficionado a la fotografía, que era hijo de un médico militar, y que estuvo en el ejército en Cuba durante los primeros años del conflicto que la llevaría a su independencia. En 1897 marchó a París para conocer el invento de los Lumière, y terminó convirtiéndose en director, fotógrafo, pintor de películas, guionista, rotulador, productor, investigador, creador de efectos especiales y precursor de técnicas y trucos de cine como el travelling o el uso y la técnica de la animación.
Contratado por la productora Pathé para intentar hacerle sombra al genio Méliès, produjo en 1905 la fantástica «El hotel eléctrico«, probablemente la primera película de animación de la Historia del cine, y en 1907 «El escarabajo de oro«, derroche de imaginación en el que aparecen varios fotogramas coloreados. Tras múltiples cortos y películas, desde 1912 trabaja en Italia, participando en multitud de cintas, rodando incluso en países como Marruecos y Túnez, y aportando sus conocimientos técnicos a clásicos del cine mudo como «Cabiria«, de Fosco, o el archiconocido «Napoleón«, de Abel Gance. Además, es fundador de la primera productora cinematográfica de España, «Macaya y Carro«.
Murió en París el 2 de mayo de 1929 a los 57 años de edad.
Colaboración especial de: 39escalones